Diario del Huila, Crónica
Por: Hernán Guillermo Galindo M
A sus 42 años Gladys Cañón Reina, a través de la música sacrosanta, acompaña la partida de seres queridos, ayuda a hacer el duelo a las familias. Estudia musicoterapia que espera aplicar en Neiva para apoyar a la gente en procesos cognitivos en el caso de los niños y emocionales para los adultos.
Gladys Cañón Reina nació en Guacarí, Valle del Cauca, pero a los tres años la trajeron y bautizaron en Neiva, “es opita de corazón sostiene, mientras escudriña en sus recuerdos para convertirse en cantante de música religiosa en especial católica”.
“Su padre era carabinero, Félix Ángel Cañón Villareal, murió hace 12 años, soy la menor de mis hermanos; Ricardo, Clara Inés y Félix Ángel.
Mi mamá, Carmelina Reina, era chef empírica, gracias a Dios todavía vive acaba de cumplir 79 años. Ellos se conocieron en el valle, se enamoraron se casaron y se vinieron a vivir a Neiva”, cuenta.
Lo de la música cree que se dio por esa mezcla entre un valluno y una tolimense, porque realmente ella conoció la música a los 18 años.
Los primeros años en Neiva para sus padres y para ellos fueron muy difíciles porque mientras le salía la pensión a su papá debieron ser invasores en Alberto Galindo, hasta que la mamá se ganó una lotería y pudieron comprar una casa en el Pastrana en donde residen actualmente.
Gladys Cañón, terminó la primaria en la escuela de las palmas y el bachillerato en el José Eustasio Rivera.
Vocación religiosa
“Al terminar el bachillerato, Gladys se va para el convento en el Espinal en la comunidad de Jesús buen samaritano, tenía la intención de ser religiosa al participar en los grupos juveniles. Pero antes su hermana le había regalado para inscribirse en español y literatura en la Universidad Surcolombiana, como segunda opción colocó música, pero no tenía ni idea del tema.
Estando a punto de decir por la opción de ser religiosa me llamó mi mamá decirme que había pasado a música y ahí mi vida dio un giro inesperado que me llevó a encontrarme con esta pasión que es la música”, cuenta.
Ya ha hecho producciones con composiciones propias.
En el camino de la música religiosa
Gladys Cañón llega a la universidad y le dan seis meses para aprender de música o la sacaban de la carrera, se dedicó, le puso empeño y se graduó. Termina se va para Bogotá a hacer una especialización sobre currículo en música, se conoce con Miguel Mauricio Ríos, un ingeniero mecánico, se casa, llega el primer hijo; Mauricio, retorna a vivir a Neiva en donde se dedica a la docencia en el Colegio Yumanà, allí laboró un poco más de 15 años, rememora.
Del 2012 a 2013 estudia dirección de coros infantiles y juveniles en la Universidad Javeriana con una beca que se ganó, actualmente es estudiante de maestría en musicoterapia de la Universidad Nacional de Colombia.
“Desde que comencé a estudiar me definí por cantar música religiosa, en especial católica, luego vino la composición en la que se ha abierto un camino, la conocen en Perú, en México en donde con una canción de su autoría ganó un concurso de adoradores, en donde la propuesta era componer una canción a Jesús eucaristía, “adorándote”, fue la canción que dice ella Jesús le regaló para ganar”.
Gladys Cañón, sostiene que es Jesús quien la ha ido guiando, ya que fue cuando llegó al convento en donde comenzó a cantar, antes no lo hacía ni por hobby.
Son varios los maestros que la han ido formando en la técnica vocal como; la profesora Roció en Ibagué, el maestro Polanía, María Olga Piñeros, el maestro Godoy, entre otros.
La musicoterapia
“Actualmente, está aplicando para la docencia en el sector oficial, su hoja de vida está inscrita en la base de datos del sistema maestro y mientras tanto adelanta su maestría en musicoterapia que le abre otras perspectivas no solo laborales, sino de vida”, dice Gladys en su relato de vida.
Participó en el factor X hace unos 15 años, como única ocasión en la que de pronto intentó incursionar en otro tipo de música. “Cantaba baladas de Ana Gabriel”, refiere.
Los hijos Andrés que tiene 17 años, toca flauta, batería, guitarra e igual Miguel Ángel y Anita que es la menor toca piano y canta.
La musicoterapia a la que entra al segundo año de la maestría, le ha permitido vivir experiencias como acompañar a personas adultas mayores con Alzheimer, personas privadas de la libertad, ayudar a los docentes y a los niños en todos los procesos cognitivos.
“Como experiencia adicional, de un tiempo para acá me han comenzado a llamar a hacer acompañamiento en los procesos de duelo o de personas que están a punto de partir, existe la canción en musicoterapia que ayuda tanto a quien está por partir de este mundo como a sus seres queridos a superar el dolor de la partida”, sostiene.
Son tres las personas que ha tenido la oportunidad de acompañar en su proceso agonizante, una de ellas fue su suegra, “hago adoración, canto toda la noche o el tiempo que sea necesario hasta que la persona simplemente parte de este mundo. La música sana, libera, restaura, genera paz”, afirma.
Está en proceso de producción de un CD, para el que dice que quien la quiera apoyar la pueden contactar en las redes sociales como Gladys Cañón o a través de su número celular 310225 6836.
Gladys Cañón Reina prepara un nuevo CD para el que requiere apoyo.
