Diario del Huila

Del campo de juego a predicar la palabra de Dios

Feb 19, 2022

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Diario del Huila, Crónica

Por: Hernán Guillermo Galindo M

Ceferino Peña es un futbolista que jugó como extremo o lateral por izquierda, a lo largo de 20 años en clubes del fútbol profesional, dejó huella en los aficionados como en el caso del América del médico Ochoa en los años 80, por el Atlético Huila durante cerca de diez años, dejando huella y buenos recuerdos.

A Ceferino Peña lo ubicamos en la ciudad de Florencia en donde trabaja actualmente con el club que lleva su nombre en convenio con el Deportivo Cali.

Enseguida prende los recuerdos y envía bendiciones a la afición en Neiva que tanto aprecia y con la que tiene un vínculo que trasciende lo deportivo como quiera que dos de sus hijas son de esta tierra y viven aquí.

“Es muy grato poder saludar a la gente en una ciudad tan acogedora y amable como Neiva, la quiero mucho y los llevo en mi corazón, sobre mis inicios fueron en mi pueblo natal en Ortigal, Cauca en donde estuve jugando en el Ingenio Cauca, llegué a Cali en donde estuve en algunos clubes populares hasta recalar en el América, en donde comencé en las inferiores, siendo campeones, hasta debutar en el club profesional con la dirección del médico Gabriel Ochoa Uribe, era el año 81”, relata.

Ceferino con grandes del fútbol profesional en Colombia.

“Fueron casi 20 años en el fútbol profesional con paso por varios de los clubes del rentado colombiano con cinco títulos de manera consecutiva con el cuadro escarlata del 81 al 85. Creo que ningún otro equipo en Colombia lo vuelva a hacer teniendo en cuenta que eran los torneos largos, de un año”, dice

“Pasa al Deportes Tolima, previo un corto periplo por el Caldas de Manizales, en el 87 estando en el Tolima lo llaman a Selección Colombia que es campeona en Odesur en Chile y Panamericanos de Indianápolis en Estados Unidos”, agrega

En los recuerdos está así mismo el frustrado campeonato del 89 con Unión Magdalena que orientaba Jorge Luis Pinto, “estábamos para ser campeones y suspendieron el campeonato por la muerte desafortunada del Árbitro Ortega, es el único campeonato que se ha declarado desierto en el fútbol colombiano”, dice.

“En otra de las anécdotas recuerda como en el 88 jugando con América le anulan un gol que era el triunfo ante Millonarios para ser campeones, estaban 1 a 1 y el tanto que marcó y le anularon era el 2 a 1 con lo que serían campeones, todavía se pregunta ¿por qué?  lo anularon”.

“En el 90 con el Caldas orientado por Moisés Pachón tienen una buena campaña, era el tiempo de las bonificaciones y por 0.25 se quedaron por fuera de las finales”, afirma.

Su paso por el Huila dejó gratos recuerdos.

Paso por el Huila

Para Ceferino Peña su llegada y paso por el Huila tiene un capítulo especial en su carrera como profesional, por el cariño de la gente y el momento de protagonismo que tuvo el Huila desde el ascenso.

“Llego al Huila en el 93, estuve hasta el 99, con gratos recuerdos y partidos que dejaron huella en la afición, son muchos momentos y recuerdos como el ascenso después de perder la categoría en el 96 con la orientación de Rafael Corrales, lo hicimos en seis meses”, rememora.

Dice que le queda la satisfacción que siempre se entregó con amor por la camiseta del Atlètico Huila, siempre recibió el reconocimiento y cariño de la afición que es lo que más motiva a un jugador.

Como trago amargo quedo que los directivos en ese entonces los frenaron para poder haber llegado más lejos, no creían que el grupo respondiera en otras instancias y se limitó el accionar, “nos consideraban principiantes, pero no tuvieron en cuenta que muchos de nosotros teníamos la experiencia, además a lo largo de la campaña le habíamos medido el termómetro a muchos clubes”, comenta.

“El viejo Cefe”, como le decían muchos cariñosamente culmina su carrera como profesional en el Huila, después de un paso por Santa Fe y unión Magdalena

La aspiración de Ceferino Peña es poder retornar del todo a Neiva para trabajar así sea en las inferiores del Club que tanto le dio y poder retribuir algo de eso que recibió. El otro vinculo en el surcolombiano lo tiene con Florencia en donde ya lleva yendo y viniendo 14 años”, sostiene.

Se retiró de la práctica activa como profesional hace 20 años, desde entonces se ha dedicado a prepararse como entrenador y trabaja con su escuela en la que ayuda en la formación de nuevas figuras para el fútbol en Colombia.

Aunque su paso por el profesionalismo le dejó de qué vivir y ante todos grandes amigos y buenas relaciones, relata que “no es un hombre rico, aunque lo es para la Gloria de Dios, que es su otra meta en la vida, predicar la palabra, lo que ha venido aplazando y le pide al creador que le marque el camino cuando debe dedicarse a esa misión.

Sin embargo, siempre habla de Dios en lo que hace y a lo que se dedica en su trabajo, estoy formando hombres integrales que no solo sean profesionales del futbol, sino buenas personas temerosas de Dios, que dejen huella en la sociedad”, afirma.

“Al preguntarle el mejor recuerdo de Neiva dice que todo, todo, son muchos y lindos los recuerdos de esta ciudad, allá están mis hijas solo tengo bendiciones para Neiva y para la afición en el Huila”, concluye.

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