Por: Hernán Guillermo Galindo M
Fotos: José Rodrigo Montalvo
Francia Villareal es una mujer de 37 años que se quedó sin vivienda producto del desplazamiento. Se metió a un cambuche que construyó con sus propias manos y se le cayó por el invierno. Ahora pide ayuda por una vivienda digna para su hijo de nueve años y para ella como mujer cabeza de hogar.
La protagonista de esta historia, es una mujer víctima de desplazamiento, tenía su vivienda en el barrio las Palmas de Neiva y por amenazas de grupos ilegales debió abandonarlo todo para salvar su vida y la de su hijo.
Francia Villarreal, debió viajar a Pitalito, en donde encontró refugio y trabajo ante la dificultad por la que atravesaba producto del desarraigo del que fue víctima en la capital del Huila.
“Antes de la Pandemia, vivía en Pitalito, a donde me fui por amenazas de muerte y la perdida de una casa que me arrebataron presuntamente grupos ilegales armados de Colombia. Puse la correspondiente denuncia en conocimiento de las autoridades, pero no hubo una respuesta y me tocó irme, no hubo en el momento otra solución”, relata.
“Por la pandemia me regresé a Neiva por temor a que me pasara algo a mí o a mi niño, me hospedé donde mi abuelita, pero por negligencia de unos tíos, me sacaron y me tocó buscar donde vivir. Cerca de la casa de mi abuela había un lote abandonado y con mis propias manos hice una casita y he estado viviendo allí desde entonces”, agrega.
Lo que Francia llama su casita es realmente un cambuche construido con palos, plásticos y tejas que le sirven de vivienda temporal. Lo cierto es que no se amilana y sigue adelante.
“Con todo lo que ha pasado por el incremento de las lluvias, el cimiento de la casa cedió y todo se fue al cielo, dando gracias al cielo y a Dios que no estábamos en el momento mi niño y yo o hubiera ocurrido una tragedia, esto sucedió el lunes en la mañana, se salvaron porque no tenía como cocinar el desayuno, a las cinco de la mañana nos fuimos para donde mi mamá a preparar los alimentos, eso nos salvó”, agrega.
“Cuando llegué a la casa de mi mamá escuché el estruendo y era que todo se me había ido al suelo, salí y no podía creer que todo se había colapsado, quedé realmente en shock, no sabía qué hacer, no llevé mi hijo a la escuela y como reacción me puse a organizar todo, volví a levantar la casa y avisé a bomberos, quedaron de venir, pero no han venido aún”, continúa en su relato.
Dice que solo le falta reorganizar la cocina, porque algunas tejas se le dañaron del todo, pero está en esa reorganización para tener su vivienda de nuevo para habitarla.
Lo que construyó Francia queda en una zona relativamente central de Neiva, por la calle 8 con 25 en un zanjón que da acceso a la quebrada la Toma en su zona no canalizada.
“Hoy es un día muy especial para nosotras las mujeres, me siento en cierta medida bendecida, gracias a Dios porque me cogió trabajando en levantar mi casa, me ha dado fortaleza, para seguir luchando”, dice.
Francia trabaja en una compraventa en los Comuneros, les agradece también a los patrones porque le dieron el tiempo que necesita para reorganizar lo de su vivienda.
La petición formal de esta mujer es a las autoridades que le permitan poder acceder a una vivienda digna. “Dice que conoce de gente que ha recibido subsidios y les han adjudicado viviendas, entonces porque una persona como ella con una vida un poco complicada, con niño en condición especial, no puede aspirar a que le permitan acceder a una vivienda en mejores condiciones. Mi niño sufre de déficit de atención por lo que debe acceder a una educación especial”, comenta.
Francia Villareal, dice que “ha enviado peticiones a los encargados de los programas de vivienda tanto en el departamento como en la ciudad, la respuesta ha sido que se debe postular y tener una cuenta de ahorro programado que se le imposibilita por ser madre soltera, por los pocos ingresos que genera en su trabajo, lo poquito que cojo es para lo de mi hijo, toca medicarlo, es realmente bien difícil la situación”, agrega.
Mientras espera que haya una solución definitiva por parte de las autoridades, hace un llamado a quienes le quieran colaborar con materiales o con recursos para acabar de levantar lo que quedó de su vivienda, para que la contacten al celular 3107511824, o si le quieren consignar directamente a su cuenta Daviplata, o en la calle 8 # 25-105 barrio Las Brisas, les agradecería de corazón, concluye.
