Por: Johan Eduardo Rojas López
Tras una vida marcada por la violencia psicológica y una fuerte depresión, su familia se convirtió en el apoyo perfecto para seguir soñando y la bisutería, la escogió para convertirla en una mujer pujante y ejemplar. Hoy Indira Yenny Osorio está orgullosa de lo que es y tiene claro que el arte es la herramienta ideal para consolidar una esencia auténtica.
Las mujeres emprendedoras en el Huila siguen cautivando con su talento, destreza, fuerza y sororidad que les permite consolidarse como unas guerreras incansables de sus sueños. Hoy en el mes de la mujer seguimos destacando sus historias de vida.
Indira Yenny Osorio Espitia es una mujer oriunda de Campoalegre, Huila, propietaria de ‘Yeos Accesorios’, que ha buscado superarse y que sigue en la lucha por alcanzar una vida tranquila y armoniosa.
Esta mujer de 42 años de edad, que ha vivenciado un sinfín de cosas positivas y negativas afirma que, “Mi adolescencia fue bonita y tranquila, al lado de una familia muy humilde, papá, mamá y tres hermanos, nos amamos mucho y somos incondicionales. Estudie hasta once y tengo un técnico en contabilidad financiera, que realicé con mucho esfuerzo, puesto que me tocó rogarle a mi ex esposo, para que me dejara estudiar en Neiva durante un año y medio”.
Inició en el mundo artístico, en medio de padecer de una fuerte depresión, diagnosticada por personal profesional. Según relata, para ese momento los médicos le dijeron que tenía que dedicarse a alguna rama artística para distraerse y disminuir esa enfermedad. “Desde el primer momento que me dieron esas depresiones, yo acudí al médico y allí me daban tratamiento y luego tenía recaídas o crisis.”
Depresión
La depresión la empezó a padecer a causa de su ex esposo y padre de su hijo, con quien sufría maltrato psicológico. “Yo vivía muy sumisa, con mucho miedo, eso hizo que me dieran muchas depresiones, muy fuertes. Desde que me separé de ese hombre todo cambió, fue como que la vida me ha dado otra oportunidad, como un despertar. Yo tomé la decisión de separarme a causa de tantos problemas, humillaciones, maltrato psicológico, peleas, un día dije no más y me voy, sea como sea y me fui. Afortunadamente tuve el apoyo de mi familia.”, cuenta Indira.
En este momento tiene otra pareja, un hombre que, según dice, la hace sentir plena y la ayuda a trabajar en su seguridad. “Me da esa voz de aliento para yo seguir con el empoderamiento como mujer. Fue un cambio del cielo a la tierra la verdad, uno piensa que uno quedó ahí y que solo se tiene que dedicar a la casa y no puede trabajar y la vida no es así. Uno no merece estar al lado de una persona que no lo apoya y no le permite cumplir sus sueños.”, comenta.
Otro de sus grandes apoyos ha sido su hijo Maicol Vanegas, estudiante de programación de software, a quien dio a luz a sus 20 años. Él era entonces un adolescente de 13 años cuando Indira empezó a vivenciar estas crisis depresivas. “Él es un joven muy maduro, y fue mi apoyo, me dio los medicamentos y tratamientos. Él fue mi primer profesor, porque él se dio a la tarea de aprender y luego me enseñó, para poderme sacar de esa enfermedad, gracias a mi hijo salí adelante. Ya gracias a Dios esa etapa ya la superé”.
Emprendimiento
Tras esta etapa de dificultad, surgió ‘Yeos Accesorios’, un emprendimiento de ya tras años, que se venía forjando intrínsecamente hace ocho años. Al principio la bisutería era para Indira un hobby y pasatiempo, además, paralelamente trabajaba en una fábrica de cerámica, pintando vajillas de barro. “Posteriormente, decidí guiarme por la parte de bisutería porque me gustaba más. Y allí fue donde hace tres años me decidí a montar el almacén aquí en el municipio de Campoalegre y empecé de lleno a dedicarme 100% a la elaboración de bisutería tejida hecha a mano.”, sostuvo.
Sus ganas la han llevado a adquirir conocimiento de forma empírica. Inicialmente realizó un curso en el Sena y desde allí se apoyó en el internet, para lograr sus objetivos. Luego de ver muchos videos y adquirir conocimiento de manera autónoma, hoy por hoy, dice que es capaz de realizar en aproximadamente ocho horas continuas, una pieza grande en mostacilla.
Indira elabora aretes, choker, collares, pulseras, anillos y demás. Sin embargo, su emprendimiento se mueve gracias al voz a voz y, por supuesto, por vender cosas personalizadas y exclusivas. “Lo más complicado ha sido darme a conocer y que nos apoyen, pero poco a poco, la gente ve que uno hace las cosas bien y allí tenemos credibilidad. Asimismo, lo más gratificante es darme a conocer a nivel del Huila.”, señala.
“La bisutería más que un trabajo, es una distracción, algo que haría independientemente de que me paguen o no, lo hago con todo mi amor. Esto me permitió ir superando la depresión, ya estoy tomando muy poco medicamento, los médicos dicen que poco a poco, me lo irán quitando porque ya no lo necesito, por la calidad de vida que llevo ahora.”, manifestó.
Ahora en día ha tenido la oportunidad de compartir en ferias con varias mujeres emprendedoras de la región y define estos espacios como, “Una experiencia bonita, pues saber la historia de cada una, conocer e inspirarnos en la otra, es inigualable”.
Finalmente, Indira, que vivió en carne propia esa situación, recaló la importancia de atender de manera oportuna la depresión. “Es un tema que hay que ponerle mucho cuidado, porque hay depresiones que llevan a la muerte, es muy importante que busquen ayuda profesional, porque es algo de mucho cuidado.”
