Usualmente tenemos ‘metas’ y compromisos como: empezar un nuevo deporte, hacer ejercicio, empezar la dieta el lunes, comer menos azúcar desde la próxima semana, bajar de peso y así van apareciendo las metas, dependiendo del objetivo y la vida de cada uno. Pongo estos ejemplos, porque solemos querer hacerlo, pero nos falta ese toque de motivación, nos falta llenarnos de verraquera y decisión para hacer que suceda. Lo anterior es normal, porque solemos soñarlo y ese es el primer paso de un camino que debemos recorrer para poder cumplir el objetivo x, y o z que tengamos.
Hablo de este tema con seguridad porque me apasiona hacer ejercicio y motivar a las personas a hacerlo, por diferentes razones, pero la principal es la salud. Este tema va más allá de lucir un cuerpo ‘perfecto’, querer impresionar a alguien o algo superficial y banal. El ejercicio es la cura y la solución para diferentes problemas, ya que según expertos algunos de los beneficios son: combatir enfermedades y afecciones, mejorar el estado de ánimo, promover un mejor sueño, ayudar a controlar el peso y se puede convertir en una actividad social.
He estado analizando diferentes escenarios y razones por las que preferimos las excusas y ‘renunciar’ indirectamente a lo que en esencia queremos. Es por esto que he decidido compartir con ustedes unos tips que a mí me han servido y quizá sean útiles para ustedes también.
- Si quieren hacer que el ejercicio se convierta en un hábito para sus vidas, busquen la actividad física que más conecte con ustedes. Un ejemplo: el gimnasio, crossfit, tenis, futbol, natación, running, squash, baloncesto, volleyball, baile o recorrer senderos, entre otras.
- Los horarios son fundamentales, dentro de nuestro día es importante programar y darle espacio a la actividad física que vayamos a hacer, y no solo eso, sino también preferir horas que se acomoden a tus necesidades. Un ejemplo: no es buena idea empezar una actividad física a las 12 del medio día, si vives en una ciudad caliente y lo haces al aire libre.
- Buscar un grupo o alguien que esté en la misma sintonía para hacer esa actividad física. Es fundamental ver este espacio como una oportunidad de relajarnos, disfrutar y conectar con amigos, familiares o personas nuevas.
- El último, pero no menos importante, procurar hacerlo con personas capacitadas y especialistas en el tema. Lo anterior, para evitar lesiones, fatiga o cualquier tipo de situaciones donde se vea en peligro la salud. (siempre consulten con sus médicos)
Para finalizar, recuerden que cada cuerpo tiene sus necesidades y respondemos de manera diferente. Hay que llenarnos de razones, para hacer más ejercicio y sacar menos excusas.
Les dejo mis redes sociales para que comentemos más sobre el tema:
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María Margarita Salamanca