Por Hernán Guillermo Galindo M
William Javier Delgado Cerquera participó representando a Colombia en el deporte de la lucha en los juegos Olímpicos de Seúl 88. Tras una larga ausencia de cerca de 30 años, se propone retornar a Neiva para fortalecer el deporte que le dio lo que es hoy en la vida.
William Javier Delgado Cerquera nació el 22 de septiembre de 1966 en Neiva, es hijo de; Reinel Antonio delgado y Gladys Cerquera quienes llevan 50 años viviendo en el barrio Campo Núñez.
El recuerdo de sus estudios son en la escuela Enriqueta Solano y la escuela Central, la primaria y el bachillerato en el Colegio Nacional Santa Librada, en donde lo descubre para el deporte de la lucha, el recién desaparecido Jorge Barón Lamus.
Mientras estudiaba el bachillerato, William además de entrenar lucha, en los ratos libres le ayudaba a su papá en el trabajo como maestro de construcción, recuerda.
Al terminar el bachillerato se fue a prestar servicio militar y luego se concentró de lleno por cerca de cuatro años en la disciplina de la lucha, con participaciones internacionales del ciclo olímpico que lo llevaron a Seúl, Corea 88. Pasó por juegos nacionales, suramericanos, bolivarianos, centroamericanos y panamericanos, hasta concluir en Seúl.
El luchador olímpico
Su participación en la parte deportiva como luchador la recuerda muy bien. “Comencé mi primera participación internacional en los Ángeles, California, en la categoría infantil, estaba entre 16 y 17 años y de ahí comienza el ciclo olímpico cuando en el 85 desapareció Armero, nosotros estábamos en bolivariano de Cuenca, Ecuador”, relata.
“Fuimos a Cuba, luego a México, retornamos y el entrenador nacional hizo contratos y convenios con una empresa que nos patrocinó y nos fuimos para Japón qué fue donde nos preparamos para los Olímpicos de Seúl”, añade.
De la participación en Seúl dice que pudo ocupar la posición 12 porque el mejor clasificado fue Óscar Muñoz de Antioquia que se metió entre los ocho mejores y luego quedó él. “Los demás de la delegación no clasificaron, la eliminación era doble o sea si se perdían dos peleas ya quedaba por fuera, recuerdo que perdí la primera pelea con Irán, luego me tocó un africano y gané. Finalmente, contra Irak, que era el favorito, perdí y ahí terminó mi participación”.
William logró clasificarse para los juegos Olímpicos de Barcelona 92, pero una varicela a dos semanas de viaje lo dejó por fuera de los que serían sus segundos Juegos Olímpicos consecutivos y es cuando comienza a pensar en retirarse como deportista.
Técnico y educador
“Siempre mi mamá me insistía en que debía estudiar una carrera profesional porque se termina la carrera como deportista y se tiene que vivir de algo. La insistencia de doña Gladys me llevó a estudiar Educación Física en la Universidad Surcolombiana”, comenta el exdeportista.
Al terminar la carrera, lo contactaron y lo llevaron a trabajar como técnico del Tolima en Ibagué, en donde alcanzó a estar por cerca de cinco años hasta que con la aprobación de la ley 181 del deporte, desaparecen los Coldeportes y se queda sin trabajo.
Esta situación lo llevó a trabajar en otros campos, como el administrativo con el naciente Inder Tolima, pero la inestabilidad lo hizo reflexionar y decidió presentarse para ser docente de primaria, pasó y se dedicó de lleno a esa labor por casi 20 años.
Lo nombraron en una vereda entre Mariquita y Fresno a 3 horas, en donde estuvo durante 9 años, luego se va para Armero Guayabal, en dónde estuvo otros 8 años, hasta llegar a Ibagué hace 2 años.
“La idea ahora es retornar a ver qué se puede hacer por la lucha, bien sea desde el punto de vista administrativo o por qué no, como técnico colaborar con quienes están ahora para no dejar acabar la lucha como un homenaje a Jorge Barón”, comenta.
William Delgado reflexiona, y sostiene que la lucha le dejó dos cosas fundamentales en su vida; “la disciplina tanto a nivel personal como para estudiar, trabajar con orden, y lo otro la dicha y el placer de viajar, de conocer los diferentes países, porque particularmente era muy difícil, eso se lo debo al difunto Jorge Barón quién fue el que observó que yo era un diamante en bruto para el deporte de la lucha y me hizo hasta cuando me fui con Honorio Ocada”.
“Siempre estaré agradecido con Jorge como se lo hice saber, por eso siempre estará en mi recuerdo, tanto a mí como a otros deportistas nos sacó de las calles, de ir a caer en malas compañías o malas influencias, todos éramos gente con situación económica difícil, pero muchos logramos surgir y eso se debe agradecer para siempre”, añade.
Cuando se fue para Ibagué se organizó, tiene un hijo de su primera unión, Juan Sebastián Delgado, quien es ingeniero aeronáutico y tiene 25 años de edad. Su compañera ahora es Nubia Ceballes, una licenciada en Artes Escénicas con la que tiene planes de casarse en junio de este año.
En su núcleo familiar están sus hermanas; Luz Dary Delgado Cerquera, que es Contadora, y Martha Liliana Delgado Cerquera, ya fallecida, quien era Licenciada en Preescolar, y a quien recuerda con tristeza.