Delegados de 175 países ante ONU sentaron las bases para el primer tratado global integral para frenar la contaminación por plástico. La iniciativa pretende posicionarse como el acuerdo ambiental más significativo contra el cambio climático desde 2015.
Frente a la sede africana de las Naciones Unidas en Nairobi, una obra de arte de un grifo “vomitando” un largo chorro de residuos plásticos de 9 metros de altura ilustra de forma dramática cómo el creciente flujo de plástico ensucia al mundo.
Dentro de la sala principal, 175 delegados de la ONU dieron los primeros pasos formales para cerrar el grifo. Acordaron negociar el primer tratado global integral para frenar la contaminación por plástico, una medida considerada como el acuerdo ambiental más significativo desde el Acuerdo de París contra el cambio climático de 2015.
Se estima que alrededor de ocho millones de toneladas de plástico se vierten en los mares cada año y se sabe que viajan a través de los océanos. Se prevé que la cantidad de residuos plásticos que fluye hacia los océanos se triplicará para 2040. Los residuos plásticos han proliferado en los últimos años y se han documentado en todas partes del mundo. A medida que la producción de plástico ha aumentado (creciendo más rápido que la producción de cualquier otro material), el problema de los residuos ha adquirido una mayor urgencia.
La normativa de una nación no impide que los residuos de otra lleguen a sus costas. Las prohibiciones de las bolsas en un país no impiden que los países vecinos las introduzcan por contrabando para obtener un buen beneficio.
Los residuos de plástico también se comercializan internacionalmente; eso implica acuerdos internacionales. Más importante aún, no hay estándares o políticas globales uniformes que guíen a la industria.
Las definiciones de plásticos biodegradables varían, dependiendo del fabricante. Y prácticamente nadie puede resolver las diferentes normas sobre qué plásticos pueden ir al contenedor de reciclaje.
El 40% de todos los plásticos fabricados hoy en día se destina al envasado, la mayoría de los cuales se desecha a los pocos minutos de ser abiertos. A nivel mundial, solo se recicla el 9% de los plásticos.
Tanto los residuos como la producción están en aumento: entre 1950 y 2020, la producción de plástico, que se fabrica a partir de combustibles fósiles, pasó de aproximadamente dos millones de toneladas anuales a poco más de 500 millones de toneladas. Se proyecta que la producción continuará aumentando hasta alcanzar los mil millones de toneladas en 2050.
Cada vez es mayor el consenso entre científicos, activistas y funcionarios electos sobre el hecho de que para frenar realmente el crecimiento de los residuos plásticos, la producción de plástico debe reducirse. La industria no está de acuerdo.