Diario del Huila

La tradición de la achira del Huila se transforma en ricas tortas

Nov 26, 2022

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Gladys Ramos es una mujer de mediana estatura, tez blanca, que junto a su hijo Rubén Darío Vega Ramos, decidieron emprender por iniciativa de él en una aventura que transforma la achira que conocemos normalmente en los bizcochos, que han hecho famosas varias regiones del Huila, en especial municipios como Altamira o el corregimiento de Fortalecillas en Neiva. Madre e hijo hacen toda clase de tortas con harina de achira en un emprendimiento que bautizaron como Anamá, esta es su historia.

Gladys Ramos tiene 58 años de edad, de los cuales vivió en su tierra natal, 38, pero junto a su esposo Mario Vega Vargas e hijos decidieron hace 22 años dejar su natal Algeciras, agitado por aquellas calendas por el tema de la violencia, para buscar nuevas oportunidades, pero ante todo que los muchachos pudieran estudiar.

Una vez tomaron la decisión se trasladaron a Neiva a buscar esas oportunidades en la vida, después de trabajar en diferentes actividades, ella y su esposo, tienen un emprendimiento familiar que les permite ver un horizonte diferente en la vida.

“En el 99 que fue cuando nos vinimos, estaba muy pesada la situación de orden público, no quería que mis hijos corrieran riesgos y emprendimos camino para acá para la ciudad de Neiva, con el propósito que terminaran el bachillerato y les quedara cerca la universidad”, contó.

La iniciativa surgió en el encierro de la pandemia.

El emprendimiento

“El emprendimiento es de mi hijo Rubén Darío y yo le colaboro, todo fue una iniciativa que surgió a raíz de la pandemia, en el encierro él se puso a experimentar con tortas, comenzó a dar la degustación a las amigas y familiares, les gustó y así fue como nació esta empresa, de la creatividad de un diseñador gráfico que es la profesión de Rubén Darío”, añadió.

Antes de este emprendimiento, Gladys se rebuscaba los recursos para apoyar la economía familiar con la modistería y el esposo se defendía con el estampado.

Las tortas de achira

Todo comenzó experimentando diferentes ingredientes con la achira y es así como ahora ofrecen torta de zanahoria, vainilla con semillas de amapola, red velvet, green velvet, blue velvet, arándanos con nata, de nata, ponqué casero, de novia y postres entre otros, nona yast; que son vasos decorados con crema que contienen torta con arándanos, pero la novedad es la torta de achira.

“Esa torta se dio a conocer en la feria que hubo en el malecón hace unos meses, él innovó con este producto y desde entonces ha tenido muy buena salida, que no lleva nada de harina, sino la del bizcocho de achira, a la que se le suman otros ingredientes, uno de ellos también tradicional el masato que conocíamos como un envuelto dulcecito, es otro producto que recuperamos de las tradiciones gastronómicas de la región”, afirmó.

Una de las maneras de aprovechar la harina de achira es comprando los bizcochos que por ser frágiles se pierden en las ventas tradicionales, estos se compran a un bajo precio y se aprovecha el ingrediente para lo del emprendimiento.

La torta que más gusta es  la elaborada con harina de achira.

Los proveedores y la elaboración

Los principales proveedores son los productores de bizcochos de achira de Fortalecillas, en el propio corregimiento o en la plaza cívica de Neiva, contó Gladys, mientras exhibe orgullosa cada uno de los productos que tienen en oferta. “Ya lo demás se compra en las salsamentarías y se comienza el proceso de elaboración”, dijo.

Ya sobre el proceso de elaboración es poco lo que cuenta, ya que indicó, “esto tiene su secretico que es el toque personal, lo demás es lo del tamizaje de la harina y la mezcla de todos los ingredientes y por último la horneada que depende la proporción de la torta así mismo va a ser el tiempo de horneado, si es pequeña el tiempo es menor y lo contrario si es más grande, se deja enfriar y viene el decorado finalmente”, contó.

Por ahora están trabajando sobre pedido y ya dependiendo del crecimiento tienen pensado abrir un local, “es sobre pedido y contra pago, porque ha habido momentos en los que hacen el pedido, no cancelan y a última hora dicen ya no llevo la torta, lo que implica un riesgo y una pérdida para nosotros”.

Gladys Ramos habló un poco de los precios que los hay para todos los gustos y bolsillos, por ejemplo, una torta de achira de siete porciones vale $48.500 pesos, el mus a $8.000 pesos, la torta de semillas de amapola y vainilla cuesta $85.000 pesos y así tienen varias opciones.

Todo se negocia de acuerdo con lo que necesite la persona, si por porciones o por medias o libra, todo depende de la necesidad de cada cliente.

El nombre, Anamá es un homenaje a mi madre, mi hijo quiso recordarla a través del emprendimiento, ella se llamaba Ana María y de ahí el nombre, contó con orgullo, “ella era mi madre”. 

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