Diario del Huila, Crónica
Por Hernán Guillermo Galindo M
‘Pillipi’, o Edison Parga siempre ha estado vinculado al deporte, se destaca en el levantamiento de pesas, disciplina en la que fue deportista y entrenador. A la par por tradición familiar aprendió a preparar lechonas con las que se ha dado a conocer en el campo gastronómico. Esta es su historia.
Edison Parga Zea, es neivano de pura cepa ya que nació en el tradicional barrio El Estadio en el centro de la capital del Huila. Corría el año 1973, es el cuarto de seis hermanos, sus padres eran Sergio Parga Peralta, tenía una fábrica de carpas para camiones y tapicería, su progenitora que todavía vive es María Gloria Zea, a ella y a su abuela les debe el oficio por el que lo conocen y que le ha dado todo en la vida, la preparación de la lechona, una de las más apetecidas en Neiva por tradición.
‘Pillipi’, desde niño estuvo vinculado al deporte, en su barrio se jugaba baloncesto, el ‘Urdaneta’ fue la casa de la ‘Aplanadora Opita’, además siempre ha estado la sede del deporte ciencia, por lo que el ajedrez también fue uno de sus deportes de infancia y juventud.
“Los recuerdos de esa infancia están ligados a paseos al río, el deporte con la sede de la liga de baloncesto en el ‘Urdaneta’, la Liga de Ajedrez y la de Levantamiento de Pesas. Entonces, siempre estuve rodeado del deporte”, cuenta.
A la par del deporte fue aprendiendo los secretos de la preparación de la lechona con su madre y su abuela, mientras iba estudiando, la primaria y el bachillerato.
“Los cuatro hombres de los siete hermanos que somos conmigo, aprendimos la preparación de la lechona, comenzamos ayudando, nos fuimos metiendo hasta que hoy día este emprendimiento familiar se ha convertido en toda una empresa”, relata.
“La primaria la hice en el Gimnasio Juan XXIII y el bachillerato en la academia ‘José Anzoátegui’, estudié educación física en la Universidad Surcolombiana y me hice técnico de levantamiento de pesas de la Escuela Nacional del Deporte en Cali y luego me especialicé y certifiqué en Cuba, soy entrenador”, cuenta al hablar de sus estudios.
“Pillipi”, con su familia que ha sido soporte fundamental en su vida.
El primer contacto con las pesas
Edison Parga Zea, llega a las pesas como deportista, quien lo descubre es el profesor Pedro Hugo Clavijo, que era entrenador de la liga de levantamiento de pesas. “Pedro Hugo me ve jugando baloncesto, observó las cualidades que tenía, me llama a integrar el equipo de pesas, tenía diez años, fui deportista en esta disciplina deportiva hasta la edad de 22 años, mi última competencia es en los Juegos Universitarios en el año 2000 obteniendo medalla de oro para la Surcolombiana. Fui a los nacionales de Cartagena en el 92, en el 96 fui cuarto en Bucaramanga, fui campeón nacional juvenil y junior, para el año 1997 inicio mi carrera como entrenador, el presidente de la liga era Roberto Escobar”, agrega.
“Como entrenador, muestra como uno de los primeros resultados destacados las medallas de Julián Arce, esto en el año 98, tres medallas de oro en los nacionales junior, lo que lo hace llamar a selección nacional.
En 1999 aparece Lady Burbano, que se convierte en sensación a nivel nacional por levantar 60 kilogramos en la categoría 40 kilogramos, ahí mismo aparece Faiver Aroca que hizo ciclo Olímpico, es convocado a selección Colombia, en el 2000 va a Centroamericanos en Venezuela y obtiene tres medallas de bronce, luego va a Chile en 2002 gana medalla de plata. Aparecen niñas como Claudia Mariño que es selección Colombia, Erika Hermosa que es también Selección Colombia, luego Arley Acosta que se va para las Fuerzas Armadas.
En el 2004 se gana la única medalla de oro que se han obtenido en Juegos Nacionales con Faiver Aroca y adicional dos medallas de bronce con Diana Dávila y otro bronce con José Luis Zapata.
En el 2005 Faiver Aroca es subcampeón mundial universitario en Santiago de Chile y todo el recuento termina en el año 2015 cuando decide retirarse”, dice no voy más con esto.
En el lapso que se da desde el 2015 al 2022, se dedica a fortalecer su empresa, “me dediqué a reestructurar, a reorganizar la empresa, ir innovando nuestro producto, mejorar en calidad, pasamos de ser una lechonerìa a una fábrica de lechonas. Somos capaces de producir 32 lechonas en un día”, dice.
“En el trabajo están involucrados todos los miembros de su familia, su esposa, sus hijas, igual que como comenzaron con la abuela y la mamá, mantienen la tradición familiar, solo que ahora trabajan a mayor escala, aquí cada quien tiene una función, somos un equipo”, sostiene.
“A propósito a su esposa Martha Patricia Campos la conoce en el 89 y ya llevan más de treinta años, con cuatro hijos; la mayor es ingeniera industrial, Jesica Milena Parga, la segunda es María José Parga ingeniera ambiental, le sigue Paula Andrea, abogada de la Surcolombiana y mi hijo menor Juan Diego estudia educción física en la Usco”, indica.
Edison Parga se considera un hombre tranquilo, realizado, ha sido trabajador, formó unos hijos, el deporte ha estado en su vida como algo fundamental, tiene un hogar feliz, es abuelo, tiene dos nietas; Gabriela, y a Sara, en fin, ahora piensa retomar lo de la preparación de deportistas mientras envía un mensaje claro a los jóvenes, que dejen de un lado el internet, que hagan deporte, que se preparen para ser personas de bien. Quiere que lo recuerden como el amigo de todos que siempre está dispuesto a servir, cierra.
Frente a su producto estrella, la deliciosa lechona.
