DIARIO DEL HUILA, CRÓNICA
Por: Hernán Galindo
Desplazada de Colombia, Huila por la violencia, Flor María Cangrejo Rugeles encontró en las manualidades su razón de vida. Hoy, se dedica a la bisutería, ciento por ciento hecha a mano.
Flor María Cangrejo Rugeles nació el 3 de julio de 1961, en una familia de 12 hermanos, en el corregimiento Santa Ana, de Colombia, Huila, “una hermosa tierra que me brindo en la niñez mis mejores días de vida, pero, por causa de la violencia que se vivía en aquellos tiempos, tuvimos que dejarla para buscar protegernos y buscar un mejor futuro”.
Desde esa época feliz siempre tuvo gusto y talento para los trabajos manuales, el problema es que no había recursos para nada de eso. “Tampoco mucho tiempo, nos tocaba laborar en el campo, pero, si encontrábamos algo y tiempito, nos inventábamos algo con dos de mis hermanas, que también tiene el gusto por las manualidades, que nos enseñaban en la escuela”.
Huyendo de la violencia, “dejamos tirado lo que algún día amamos con el alma”, llegaron a Neiva a donde unos familiares. Les tocó pedir posada, vivir arrimados. Sin conocer la ciudad todo era muy difícil. Cuidaba los hijos de las hermanas, ayudaba a otra que era enfermera.
25 años en las manualidades
Con la necesidad de abrir camino en la vida y tener sustento económico se involucró con las manualidades, hace más de 25 años, en el arte de la modistería, muñequería, cerámica, bordado y belleza. “Hace 12 años me dedico de lleno al diseño y elaboración de accesorios, bisutería hecha a mano (tejidos en mostacillas y alambrismo). Me hace muy feliz crear cada pieza con amor”.
Flor, cuenta, con cariño, que descubrió su pasión y gusto por la bisutería con cada pieza que iba realizando. No tenía recursos para pagar quién le enseñara, pero, gracias a Dios, casi de forma empírica, fui aprendiendo. Lástima que con la pandemia se han perdido espacios, las han olvidado para capacitaciones y las ayudas no son para todos, se queja.
“Las oportunidades de aprender en este gremio no son las mismas para todos, a veces toca como podamos porque siempre escogen a los mismos para capacitar, para las ayudas económicas y participar en ferias, desconociendo que todos necesitamos”.
Inició con cursos en la Cruz Roja, se capacitó en el Laboratorio de Diseño Artesanal del Huila, el Sena y aprendiendo con tutoriales en internet.
Dice que con el trabajo u oficio ha podido capacitarse en artes, hacer parte del grupo de artesanos del Huila y participar en ferias, “cuando hay la oportunidad y mejorar la calidad de vida, pues me ayuda a ocuparme y sentirme útil”.
Señala que los dos recientes años han sido muy difíciles porque la esperanza latente es que lleguen las festividades sampedrinas para mostrar las obras, pero llevan dos periodos en los que nada de esto ha sido posible, dificultando todo en el trabajo y la vida.
Sin embargo, sí ha participado en la Feria Municipal Artesanal, Encuentros de Maestros Artesanos del Huila, Feria Agroindustriales y de Turismo, y eventos en centros comerciales.
Recuerda con cariño todas sus obras, hasta cuadros en técnica patchwork. “Es un método de costura que consiste en la unión de trozos de tejidos para formar una nueva prenda. He realizado unos muy hermosos. Cada pieza la hago con amor y creatividad, así que todas tienen para mí el mismo valor”.
Destaca que generar empleo es muy difícil en esta época. Es su hija Flor Nelly la que le colabora y espera de ella que herede su arte. También tiene dos hermanas que trabajan la bisutería, aunque tienen su propio emprendimiento.
“Estoy agradecida con Dios, primero que todo, por la salud y por regalarme este don tan hermoso de la creatividad y el diseño. De mi familia, por apoyarme y a todos quienes me han colaborado y han sido parte de mi proceso. Y con quienes me han tenido en cuenta, aunque si me gustaría que nos dieran más participación y oportunidades de mostrarnos”.
Dónde encontrarla
No tiene un local ni un establecimiento porque es difícil en medio de la crisis económica y social, explica. Por eso, el negocio lo tiene en casa donde pueden visitarla y conocer sus hermosas creaciones hechas ciento por ciento a mano y con amor.
Está ubicada en la carrera 20 # 58-20, barrio Villa Esmeralda, y pueden contactarla por WhatsApp al teléfono 3165838901.
“En redes sociales pueden encontrarnos: en Facebook, fm diseño de accesorios – bisutería hecha a mano. Y en Instagram, fmaccesorios”.
Flor María, con qué sueña, qué pide a la vida. “Sueño con poder volver a mostrar mi trabajo en muchas ferias, que nos apoyen para crecer como empresaria y generar empleo. Sueño con que nos capaciten más y tener salud para seguir creando muchos años más”.
Con generosidad envía un mensaje a personas que tienen expectativas de iniciar su propio emprendimiento: “Todos tenemos un sueño o somos buenos para algo, intenten, no desfallezcan, así en el primer intento no sale como soñamos. Y para los gobernantes, “no olviden al gremio artesanal que tanto necesita apoyo, capacitación y atención”.
Flor María Cangrejo Rugeles se dedica hace más de 25 años a la bisutería.
