La hembra de lince ibérico ‘Parra’ ha protagonizado un parto múltiple de cuatro cachorros en el centro de cría en cautividad de El Acebuche, localizado en el Espacio Natural de Doñana, que se ha prolongado unas nueve horas desde las primeras contracciones.
El parto, que pudo seguirse en directo por las redes sociales del programa Lynx ex situ, tuvo lugar el pasado martes y comenzó sobre las 9 de la mañana, cuando la hembra empezó con las primeras contracciones.
Según la información de dicho programa, unas cinco horas más tarde, alumbró un primer cachorro y dos horas más tarde los técnicos del programa dieron por concluido el alumbramiento, pero una hora y media después la hembra empezó de nuevo con movimientos de expulsión dando a luz a tres crías más.
‘Parra’ nació en 2018, tiene cuatro años y es la primera vez que tiene cachorros, pues aunque el año pasado ya se encontraba en el programa de cría no llegó a quedar gestante; por el momento, está atendiendo a sus crías -que se encuentran en buen estado- de manera correcta.
Se trata del tercer parto en estas instalaciones después de que a mitad de mes Juromenha y Madroña alumbraran cada una dos cachorros, aunque uno de los de la primera falleció a los seis días de vida por una septicemia debida a una cepa de la bacteria Escherichia coli.
El lince ibérico es uno de los animales más característicos de la fauna española, pero a principios de siglo, en el año 2002, llegó a haber tan solo 94 ejemplares en toda la península. Ahora, después de casi 20 años de políticas de protección y cría, el número de ejemplares ha superado la barrera de los 1.000, la primera vez desde que existen datos censados.
El informe del Ministerio para la Transición Ecológica en colaboración con comunidades autónomas, Portugal y ONGs como WWF señala que existen en la península ibérica un total de 1.111 ejemplares de la especie Lynx pardinus, es decir, de linces ibéricos, entre los que se encuentran 414 cachorros y 239 hembras reproductoras.
En el año 2002, la cifra de 94 ejemplares podía conducir a la especie hacia la extinción. Distintas actuaciones, proyectos LIFE y políticas de cría en cautividad han conseguido que la situación se dé la vuelta y la cifra se multiplique por 10. Hasta el año 2014 el crecimiento fue lento y solo había 329 linces, pero en tan solo siete años el aumento ha sido mucho más rápido.
A pesar de que la cifra es un 30% superior a la del año pasado, el lince ibérico sigue “en peligro de extinción” según el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Uno de los éxitos del crecimiento ha sido las sueltas de linces que se han criado en cautividad, que desde 2011 han superado los 300.