Diario del Huila

“He entregado lo mejor de mí, para una sociedad mejor”

May 22, 2021

Diario del Huila Inicio 5 Muy personal 5 “He entregado lo mejor de mí, para una sociedad mejor”

DIARIO DEL HUILA, MUY PERSONAL

Por: Rolando Monje Gómez

Un irlandés excéntrico, que ama la ópera con obsesión, decide construir un teatro de ópera en plena selva amazónica. Para esto, Brian Fitzgerald ‘Fitzcarraldo’, debe conseguir primero el dinero, para lo cual proyecta hacer una enorme fortuna en el negocio del caucho, que se hallaba entonces en pleno apogeo. Para realizar su plan, debe transportar un gran barco fluvial por tierra, pasando por encima de un monte, para lo cual cuenta con la ayuda de un gran número de nativos. Para el protagonista se convierte en una obra titánica subir y bajar el barco en una sola pieza, para luego ponerlo a navegar en un amplio río.

El anterior es un breve argumento de una película de Werner Herzog, basada en la aventura real del comerciante cauchero peruano de origen irlandés Carlos Fermín Fitzcarrald y lo menciono porque esta historia en la selva amazónica, pareciera replicada, guardadas las proporciones, por un artista huilense, de Tarqui más exactamente, que un día se le ocurrió presentar ópera en la tierra del rajaleña.

Ese ‘Fitzcarraldo’ local, no es otro que Rodolfo Losada Méndez, un cantante lírico que desde hace más de treinta años, por no decir que toda la vida, ha estado vinculado al mundo del arte y de la ópera, habiendo trabajado con la gran maestra Carmiña gallo y en la Ópera de Colombia, entre otros muchos escenario.

Nacido en Tarqui, un municipio donde cuenta la leyenda todo aquél que tome agua de la quebrada de El Hígado se vuelve cantante o músico. Él no recuerda si es su caso, pero así no haya sido no había sido necesario, desde muy niño la música lo había señalado.

“Tuve una infancia muy bonita, rodeada de mi familia, mi padre, mi madre, ocho hermanos, en un entorno totalmente musical, de armonía, una casa llena de árboles frutales, jardines donde pude disfrutar de ese contacto con la naturaleza y con ese hecho musical del momento que me fue contagiando por este arte de la música”, recuerda.

Su padre era un artista integral, don Sabas Losada Cerquera era un músico que se había formado con los jesuitas, tocaba el armonio, el piano, la guitarra, la flauta traversa, la trompeta. “él fundó la primera banda de Garzón, fue maestro de música, pero su principal instrumento era la voz, también fue compositor, además de ser escultor”, comenta Rodolfo con añoranza.

Por su parte su madre, Stella Méndez de Losada, fue empleada estatal pero también tenía sus inclinaciones artísticas, cantaba y estudió piano en el Conservatorio del Huila. “En mi casa había mucho amor por el arte, mis ocho hermanos tocaban instrumentos y cantábamos a diferentes voces. En la casa se hacían tertulias, era un entorno muy enriquecedor con la música, con los instrumentos, el arte en general”, manifiesta.

Su primer contacto

Aunque su primer contacto con la música se dio desde su familia, luego de hacer su primaria en Altamira y llegar a adelantar el bachillerato en Neiva, en el Santa Librada y en el INEM, ingresó al Conservatorio, donde acompañaba a su madre a sus clases de piano. “En décimo ingresé al Conservatorio, me fui encariñando con la sonoridad del piano, allí estuve un año”, dijo.

Terminó el bachillerato en Bogotá y se presentó a la Universidad Nacional. “Comencé haciendo cinco años de estudios básicos de música que era para jóvenes y posteriormente ingresé al nivel universitario, otros cinco años y culminó mi formación musical con el título de cantante lírico”, señala.

Durante ese tiempo ya pertenecía al Coro Filarmónico e inicia sus primeros contactos con la Ópera de Colombia, además se inició en la docencia, aunque desde los trece años ya tenía alumnos a quienes les enseñaba a tocar guitarra, instrumento que aprendió a interpretar a los siete años. Hizo parte de las Clásicas del Amor cuando estaba la maestra Carmiña Gallo y ahí arrancó su entusiasmo con la ópera. “El ver tanto artistas que me descrestaban con su voz, con su técnica. Con la Ópera de Colombia estuve diez años”, recuerda.

“Trabajé con colegios y academias universidades como la Javeriana, veinte años con el Conservatorio del Huila, donde iba y venía estando viviendo en Bogotá. Allí nació el proyecto de la Ópera para Todos. Pensé que era importante que se pudiera descentralizar el arte ahí fue donde miré al Huila, a mi tierra, donde hay alta sensibilidad en la gente”, comentó.

rodolfo losada

Rodolfo junto a su esposa y sus dos hijos.

Soñar con la ópera

Como ‘Fitzcarraldo’, Rodolfo le apostó a la ópera, en una ciudad con una cultura muy amplia, con muchas expresiones artísticas, pero que por temas de burocracia se ha convertido en una selva muy poblada, donde el arte no tiene mucha cabida dentro de los planes de gobierno. Había mucho que despoblar de esta selva y el barco que habría de llevar era bastante pesado, pero no imposible.

Es así como ese sueño de hacer ópera en la capital del Huila vio sus primeros frutos en 1998 con Ópera Estudio, un proyecto muy artesanal pero que sembró la semilla de lo que sería el siguiente proyecto.

Ópera para Todos, fue el trabajo que sacó del anonimato en la región a Rodolfo Losada, pues fueron diez exitosas temporadas y aunque parecía imposible de creer, en muchas de estas la boletería se agotaba y había que improvisar espacios en el Teatro Pigoanza, para darle más cabida a la gente que quería disfrutar el espectáculo.

El llevar la Ópera al Huila se dio por el trabajo en el Conservatorio, al ver la calidad vocal de las personas que llegaban allí, en el Huila hay una sensibilidad que está en el adn de la gente. “La ópera está rodeada de muchos elementos y barreras, como los idiomas, pero la música lo conecta a uno, es la vivencia de uno en la escena”, comentó.

Aunque el proyecto está en receso, Rodolfo realizó recientemente en la inspección de La Jagua, el ‘pueblo de las brujas’ en Garzón, un espectáculo de ópera, que como siempre tuvo gran acogida.

“Sigo en actualizaciones en talleres internacionales, contacto con artistas, nutriéndome no solo en la parte vocal sino artística en general. He aprendido mucho de gestión cultural, es una estructura que va en doble sentido en el ámbito musical pero también aprendiendo otras disciplinas de las artes”, manifestó.

Acaba de terminar una maestría en investigación e interpretación musical de la Universidad de Valencia, España, donde ha trabajado con artistas muy reconocidos, además, ya son 18 años de trabajo con la Universidad Pedagógica Nacional.

“Durante dos años fui director del Conservatorio del Huila, la docencia siempre estuvo presente, ese cariño de transmitir el conocimiento con los amigos, los vecinos, porque el cantante se hace cantando, la vivencia hace que se desarrollen muchos elementos técnicos”, comentó.

Su familia

Rodolfo Losada está casado con Mariela Dimaté Jiménez, una mujer que se ha inclinado por la escritura, los poemas, la narrativa. “Ella estudió en la Distrital y ha sido el soporte de mi parte creativa, mi pilar para todos mis proyectos”, afirmó.

La pareja tiene dos hijos: Juan Camilo, quien estudia ingeniería de la Nacional, también le gusta la música, cantó en los coros con su padre y también toca guitarra y Andrés Felipe, quien cuando pequeño se aprendía las áreas que Rodolfo cantaba en italiano. “A los 13 años hacía la traducción simultánea de las óperas y se fue encariñando por el arte”.

“Mi hijo Juan Camilo inició su carrera de cantante en la Universidad Central, una institución donde es muy fuerte el canto lírico y ha tenido unas oportunidades interesantes de ir a Europa, en Italia y Francia y a Estados Unidos con una beca para su máster en una prestigiosa universidad de Texas. Durante su estadía tuvo una invitación para hacer un papel como solista en el Metropolitan Opera House de Nueva York, un templo de la ópera en el mundo”, nos cuenta con orgullo Rodolfo.

rodolfo losada

Con su esposa Mariela Dimaté, quien siempre ha sido su apoyo en todos sus proyectos.

 

El arte en el Huila

Rodolfo Losada considera que al Huila le falta inversión, oportunidades en todos los campos del arte, faltan más espacios, escenarios donde se puedan desenvolver los jóvenes, estimular el arte, escuelas de formación. Falta una vida cultural más activa, algo más que el San Pedro, donde los artistas puedan mostrar su saber, que sea constante, pero esto hay que irlo construyendo entre todos porque este es un país con muchas posibilidades”, afirma.

El artista dice que le gustaría que lo recordaran como una persona que ha trascendido, que ha aportado a su región, a su país, “que me recuerden con gratitud, he entregado lo mejor de mí, lo que sé, lo que he aprendido, que puedan seguir construyendo. Una persona que sembró para una mejor sociedad y que entregó todo con mucha pasión y mucho amor por el arte”, dice finalmente Rodolfo Lozada Méndez.

Después de ocho temporadas de ópera y otros tantos espectáculos dentro del mismo género Neiva está más despejada de la selva del Amazonas, pero aún falta mucho por hacer.

Tal vez te gustaría leer esto

Abrir chat
1
¿Necesitas ayuda?
Hola, bienvenido(a) al Diario del Huila
¿En qué podemos ayudarte?