Diario del Huila, Historia
Por: Juan Manuel Macias Medina
Pocas personas mejores que Álvaro Córdoba Farfán, para contar cómo se vivían las tradiciones musicales hace 60 años. Hoy, según contó el compositor, las tradiciones se están perdiendo y en temporadas de San Pedro, lo que menos suena son bambucos y rajaleñas. A sus 85 años, el ‘compositor del amor’ hizo un llamado para que se rescaten las costumbres musicales que han llevado el estandarte de la huilensidad durante más de medio siglo.
‘Veinte años’ es quizá la canción que más renombre le ha traído, Álvaro lo sabe, sin embargo, no es la que más le gusta, ‘Diez años’ es considerada por él mismo como su obra maestra.
“La primera canción que compuse se tituló ‘lejos de mi tierra’. Esa la hice cuando iba en tren para Bogotá, allí cuento lo difícil que fue para mí alejarme de mi tierra natal. Y con esa canción, que fue mi primera composición, gané el concurso de composición Jorge Villamil Cordovez. Luego ya compuse ‘Diez años’ en el año 1971. Es la canción que más me gusta, la que más quiero, pero soy más reconocido nacional e internacionalmente por ‘Veinte años’ que ha sido interpretada por múltiples cantantes en diferentes ritmos. Esta en vallenato, bachata, bolero, ranchera, bailable, vals, rock y demás”, aseveró.
Aunque muy pocas personas se dedican a componer, desde que apenas era un niño, Alvaro sabía que iba a ser compositor, pues cuando estaba en la escuela ya mostraba los dotes artísticos que lo iban a acompañar durante toda su vida.
“Yo nací con el don de la composición, recuerdo que desde muy pequeño yo ya componía canciones. Yo me convertí en compositor cuando era prácticamente un niño. En la escuela me pusieron a cantar una canción, lo hice muy bien y de ahí en adelante continué haciendo canciones”, sostuvo.
Las tradiciones musicales
Los bambucos, rajaleñas, y demás tradiciones musicales que se escuchaban en temporadas sampedrinas hace más medio siglo hoy ya no suenan. Álvaro hizo un llamado para que no se erradique la huilensidad de las costumbres actuales.
“Las tradiciones huilenses se rescatan con los empresarios de los medios de comunicación, ellos son los encargados de colocar las canciones, si ellos no lo hacen, es muy difícil que no se pierda nuestra identidad y huilensidad. Recuerdo que anteriormente en las fiestas de San Pedro, sonaban mucho más las canciones de la región, ahora suena muy poquito. Por ejemplo hace mucha falta la emisora cultural. La emisora Cultural del Huila era muy importante porque era un canal fundamental para que compositores de la tierra se dieran a conocer. Infortunadamente hoy no está al aire y se perdió esa oportunidad”, agregó.
Hace décadas, Álvaro podía durar horas cantando canciones y comiendo asado huilense en su casa, lo acompañaba ‘El Pipa’ Prada y demás amigos que se encargaron de encajar las tradiciones en la tierra del Sanjuanero.
“Antes la música autóctona era más escuchada por las familias, habían reuniones con amigos que tocaban guitara, tambores y carrasca y se comenzaban a cantar rajaleñas. Carlos Andrade, Carlos ‘El Pipa’ Prada y yo, nos reuníamos a cantar diferentes canciones tradicionales del Huila. La musicalidad antes era más del pueblo, hoy para escuchar un rajaleña toca ir a un evento que realice la Alcaldía o la Gobernación, antes no, el artista era el vecino”, dijo.
¿Cómo recuperar las tradiciones?
Para nadie es un secreto que actualmente no se respira el mismo folclor de hace 60 años, el acelerado avance de las nuevas tecnologías ha hecho que todo cambie. Hoy, el reggaetón y demás géneros musicales se tomaron la huilensidad, se sustituyó el folclor de lo tradicional por el por lo simple de lo urbano.
“Hay que invitar a los compositores a los colegios para que las nuevas generaciones, que son el futuro del departamento, conozcan quienes son las personas que estuvieron a cargo de las letras de antes y que hicieron grande, a través de la música, la idiosincrasia huilense. Hay unos compositores de la nueva ola, hemos ido a diferentes concursos de música colombiana y resulta que las composiciones son totalmente diferentes, no es la misma esencia que había antes con compositores como Villamil, Calderón y demás. Ha cambiado notablemente la forma como de hacer las canciones. Aunque no hay que desmeritar a los nuevos artistas porque son nuevos tiempos y las creaciones musicales pues también cambian”, agregó.
Lo cierto es que Álvaro Córdoba Farfán, el ‘el compositor del amor’, ya hizo su trabajo, por eso, pocas personas cómo él para contar detalladamente en lo que se ha convertido la musicalidad de las tradicionales festividades del San Pedro en el departamento del Huila.
“Yo jamás le compondría al despecho, al desamor o a la violencia. Las canciones mías van dedicadas al paisaje, a la mujer y al amor. ‘A Colombia con amor’, por ejemplo, es un tema que se puede escuchar o leer y no ha perdido vigencia, la compuse hace mucho tiempo y lamentablemente la situación no ha cambiado mucho”, señaló.
Hoy, Álvaro prefiere hablar de sus composiciones y el arraigo cultural de los opitas de hace 60 años. Aunque hoy reconoce que de eso queda muy poco, en su mente seguirán vivos los recuerdos de las tradiciones que marcaron las cálidas tierras de la ciudad de Neiva.
“Lo más importante de las fiestas anteriormente era ir al aeropuerto a esperar las candidatas. En ese tiempo nos veníamos detrás de las candidatas hasta el Parque Santander en los desfiles, ese era todo el andamiaje que se hacía sobre eso. El tren de la alegría partía de Bogotá hacia Neiva a las seis de la mañana y llegaba a las cinco o seis de la tarde a Neiva. El recorrido era gratuito. Cuando llegaba el tren nos íbamos para la Estación del Ferrocarril y también iba la comitiva de las fiestas. El tren llegaba con mucha gente, eran tiempos muy buenos los de antes”, concluyó.