DIARIO DEL HUILA, MUY PERSONAL
Por: Rolando Monje Gómez
Fotografías: José Rodrigo Montalvo
El compositor huilense José Míller Trujillo ha escrito más de cien canciones, aunque la más popular y la que le ha merecido todo el reconocimiento es ‘Cuando retumban las tamboras’, una canción que compite durante la época de San Pedro como una de las más escuchadas al lado del ‘Sanjuanero Huilense’. Aunque ya suma 73 años, es un hombre muy vital, con los recuerdos de su vida muy vivos y que considera aún tiene mucho por hacer. En 2022 celebrará sus 50 años de vida artística.
“Mi infancia fue entre triste, y muy inocente, pero en medio de todo muy feliz, suena algo contradictorio, pero un veía las falencias que habían en el hogar, las situaciones sociales de la época que eran muy marcadas, en muchas ocasiones aguantamos hambre, pero algo que me marcó mucho y es que nosotros recordábamos a mi papá por la Navidad. Aunque él nunca nos dio el apellido siempre nos pagó los estudios y la comida, pero siempre llegada en diciembre y nos hacía el pesebre y nos traía los presentes materiales, para todos, los hijos de mi mamá, más otros hijos y otros que le resultaron por ahí, éramos como catorce hijos”, así recuerda José Míller Trujillo sus años de infancia, en su hogar junto a su madre y sus siete hermanos, pero con un padre ausente.
A sus 73 años es muy vital, José Míller Trujillo Gordillo, ese era el apellido de su papá, pero como nunca fue legalizado primero lleva el de su mamá. De su nacimiento es muy exacto, como si hubiera sido testigo total del hecho: “Nací en Neiva, el lunes 4 de octubre de 1948 a las tres de la tarde en la carrera 12 # 5-51”, dice.
Su mamá, una campesina de ascendencia pijao, Rosa María Trujillo, fue la madre de siete de los aproximadamente 14 hijos de Carlos Gordillo Ramírez, un hombre muy serio, de los primeros que abrieron molinos en el Huila, era propietario del Molino El Cóndor. José Míller es el cuarto entre sus hermanos, los mayores Cecilia, Eduardo y Rosalba, después de él vinieron Teresa, John Jairo y Luz Marina. “La relación con mis hermanos era normal, buena, peleábamos pero éramos hermanables”, comenta.
De su mamá aprendió las primeras letras y conoció los números, pero en el Colegio La Valvanera, con doña Gilma Fierro de Arango, complementó el aprendizaje de la escritura y la lectura, la que aún hoy sigue siendo una de sus pasiones. Luego pasó al Salesiano desde segundo de primaria hasta que se graduó de bachillerato.
Al su grado de bachiller se fue a prestar el servicio militar donde dice que fue donde aprendió de disciplina y orden. “Luego ingresé a estudiar Relaciones Internacionales, era un curso que tenían en la Tadeo, allí hice dos semestres pero me retiré e ingresé a la Universidad Central a estudiar Mercadotecnia y Publicidad, sin embargo, ya para esa época llevaba el bichito de la música y nunca terminé la carrera”, afirma.
Al dejar sus estudios decidió ponerse a trabajar, pasando por muchas experiencias siendo la primera de ellas en almacenes YEP, donde estuvo por varios años. Así luego estuvo en Medellín donde incursionó en el periodismo escribiendo en el diario El Correo, donde dice que aprendió muchas cosas. Luego en Neiva lo contrataron en un almacén de repuestos Muñozé, del papá de Jorge Muñoz que había sido compañero de estudio en el Salesiano.
Laboralmente dio muchas vueltas hasta que se encontró con el verdadero camino, con su pasión por la música, la que ya le llamaba la atención desde los tres años. “Trabajé en muchas cosas hasta que ingresé a una casa disquera, ya este año cumplo 50 años de vida artística. En el año 72 Los Tolimenses grabaron mi primera canción ‘Que viva San Pedro y San Juan’. Llegué primero a Discos Fuentes, que aunque nunca estuve en un estudio de grabación, si iba a la oficina de producción artística donde me hice amigo de Fruko, ahí empecé a conocer otros artistas. Pasé a ser coproductor de los Ocho de Colombia y al mismo tiempo era su relacionista público, tuvieron un éxito en la época con ‘Compadre Elí’ con música de Julio Erazo y letra mía”, recuerda.
José Míller comenta que en el año 1977 pasaron cosas muy importantes en su vida, entre ellas compuso ‘Cuando retumban las tamboras’, canción que con el paso de los años se ha convertido en su insignia, también escribió ‘Color de cumbia’ y trabajaba con Lisardo Díaz el ‘Felipe’ de Los Tolimenses. Ya en el 79 compuso ‘El mono Paternina’, otro tema que sonó mucho por cuenta de Los Ocho de Colombia, agrupación con la que pasó a Discos Orbe.
Confiesa que no sabe exactamente cuántas canciones ha compuesto, pero si asegura son más de cien, de ella han sido grabadas unas 30 por varios artistas nacionales como Helenita Vargas, por ejemplo. “La gente me tiene rotulado con ‘Cuando retumban las tamboras’, aunque actualmente es la que más me mantiene”.
Afirma José Míller que hoy está viviendo en parte de la música porque también recibe una pensión por parte de Sayco. Aunque ha recibido muchos homenajes y reconocimientos por su obra musical es algo de lo que no gusta mucho. “Los reconocimientos deben venir con algo más, de diplomas no vive el hombre y menos el artista”.
“En mi música yo le canto al amor, a de la conquista, al amor ilusionado, mis canciones son muy alegres- A mi musicalmente me nutrió Radio Neiva y Buitraguito autor de ‘La víspera de año nuevo’, una canción que me encanta, es algo que me emociona mucho”, afirma.
De su vida privada es poco o nada lo que se conoce, es muy reservado, pero si confiesa que no tiene hijos y sigue felizmente soltero. Aunque siempre se le ve con su pelo negro, hoy sorprendió luciendo sus canas en todo su esplendor. Se considera un hombre muy alegre, al que le gusta bailar, más bailar que comer, aunque come muy bien, gastar en lo que vale la pena, hacer gimnasia, caminar como una necesidad vital y cuidar la salud. También se define como sincero, amoroso, disciplinado y no le gusta la ostentación. Lee mucho, escucha radio y música.
Finalmente, José Míller Trujillo Gordillo, trata de aprovechar mucho el tiempo, porque reconoce que aún, a sus 73 años, le falta mucho por hacer.