DIARIO DEL HUILA, TENDENCIA
Emol
Las crías, dos hembras y un macho, son alimentadas con leche de cabra, ya que su madre rechazó amamantarlas, especialistas confían que sobrevivirán.
Tres tigres blancos nacieron en cautiverio en el Zoológico de Nicaragua, donde son alimentados con el calostro de una cabra recién parida, debido a que su madre, la tigresa «Halima», se negó a amamantarlos.
«Es el más emocionante sentimiento (tener estos nacimientos). Son lindos, preciosos, estamos positivos» de que van a sobrevivir, dijo el miércoles a la AFP el presidente de la Fundación Zoo Nicaragua, el veterinario Eduardo Sacasa.
«Están en perfectas condiciones», agregó.
Los tigres, dos hembras y un macho, nacieron el 1 de noviembre con un peso aproximado de casi un kilo cada uno en el recinto ubicado a 16 km al sur de Managua.
Las crías son alimentadas cada tres horas con mamaderas con leche de una cabra que parió el mismo día que «Halima».
La tigresa «amamantó a uno de ellos solo un rato y después dejó de hacerlo», explicó Sacasa.
Los tigres recién nacidos han asimilado bien la leche de cabra y después de comer regresan a la jaula «junto a su madre para ver si despierta el instinto maternal».
En Centroamérica, solo en Nicaragua y Guatemala (un ejemplar) se han reproducido tigres blancos en cautiverio. Pueden vivir hasta 20 años en esas condiciones y pesar unos 150 kg cuando son adultos, según Sacasa.
En enero ya había ocurrido el nacimiento en Managua de un ejemplar similar, cría de dos tigres de Bengala, pero que sobrevivió pocos días.
En el caso de los tres tigres blancos que acaban de nacer, sus padres también lo son: Halima, de tres años, y su pareja Osmán, de 4 años.
Fueron donados hace tres años al zoológico por un filántropo nicaragüense quien los trajo desde México, y que antes había rescatado de un circo a una hipopótamo de nombre «Fátima», de 3 años.
El tigre blanco es un ejemplar que pertenece a la especie tigre (Panthera tigris), pero con una condición genética que le cambia el color al pelaje.
La especie tigre figura como en peligro de extinción, en la lista roja de la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Para organizaciones como World Wide Life o The Wild Cat Sanctuary, los tigres blancos no son una especie ni subespecie sino producto de una condición genética que se da por el cruce de tigres de Bengala (Panthera tigris tigris) que mantienen el gen recesivo.
En ocasiones esos cruces producen crías con problemas de salud, explican los animalistas, y hacen llamados para que se controle su reproducción.