Diario del Huila, Enfoque
Por: Juan Manuel Macías Medina
Comerciantes de la carrera primera entre calles 28 y 40 de los barrios Cándido y Santa Inés, se mostraron preocupados por los constantes desórdenes que se presentan en este concurrido sector del norte de la ciudad de Neiva, según manifestaron, ahora no sólo luchan contra las estrictas medidas que adoptó la administración municipal para mitigar el impacto del Covid en la ciudad, sino que también se enfrentan a los hechos de vandalismo a manos de los encapuchados.
Este lunes, el vandalismo se volvió a tomar las principales calles de Cándido y Santa Inés, un grupo de encapuchados incineró varios objetos contundentes interrumpiendo el tránsito vehicular y generando el cierre de los establecimientos de la zona. La actuación de los jóvenes, generó opiniones divididas en la comunidad, unos, mostraron su apoyo a los encapuchados y otros, rechazaron este tipo de hechos que catalogaron como vandalismo.
Este medio de comunicación hizo contacto con comerciantes del sector que denunciaron este tipo de actuaciones que ponen en vilo su actividad económica. Juan Elberto Monroy, propietario de un establecimiento comercial, mostró su posición frente a estos hechos que han venido generando zozobra en la ciudad desde hace cerca de dos meses.
“Estamos ya cansados de esta situación, cada ocho días estos jóvenes se ponen a tirar piedra y nos hacen cerrar los locales, a ellos no les importa que uno tenga que trabajar ni nada, cuando uno menos piensa, llegan con capuchas y se ponen a quemar lo que encuentran y, aunque no nos dicen directamente que tenemos que cerrar, pues todos cerramos porque sabemos lo que puede pasar cuando hay enfrentamientos entre ellos y los del ESMAD”, sostuvo.
El comerciante, añadió que la situación que atraviesa el sector comercial del municipio es complicada debido a las restricciones que la administración local ha adoptado, sin embargo entienden las razones, pero lo que no entienden, es que algunas personas generen el caos en la ciudad causando pérdidas económicas que ponen en vilo su actividad comercial.
“Estas personas deben pensar bien que es lo que van a hacer porque lo único que están haciendo en estos momentos es empeorar todo, esto ya no es protesta, esto ya no es manifestación, esto es vandalismo que no deja trabajar”, aseveró el habitante.
Según Monroy, además de las pérdidas económicas que generan los repentinos cierres, los comerciantes no pueden dormir tranquilos, pues abandonan sus establecimientos sin saber qué pueda pasar.
“Ya se han visto casos en donde estos muchachos se meten a los locales sin importarles nada y se roban las cosas, entonces nosotros no sabemos si nos puede pasar lo mismo a nosotros, nos toca irnos y echarnos la bendición para que al otro día las cosas amanezcan como las dejamos”, añadió.
Por esta razón, comerciantes del sector exigieron a las autoridades encargadas de no permitir la vulneración de derechos, tomar acciones pertinentes que no permitan la ocurrencia de este tipo de hechos que le quitan la tranquilidad a quienes desempeñan alguna labor económica en este importante sector de la capital opita.
“Cuando hay disturbios vienen organismos de derechos humanos y demás entidades, además cada nada hacen reuniones y de todo para que eso no pase, pero la verdad nada de eso ha servido porque seguimos en las mismas. Necesitamos que la policía tome acciones pertinentes con estos muchachos porque por las buenas no se pudo”, concluyó Juan Elberto Monroy.