DIARIO DEL HUILA, ENFOQUE
Por: Brayan Smith Sánchez
El 22 de julio la Sala Plena de la Corte Constitucional tomó la decisión de ampliar el derecho a morir dignamente a los pacientes no terminales, dicha decisión ha levantado un sin número de comentarios tanto en desacuerdo como a favor de esta ley. Monseñor Froilán Casas manifestó no precipitar la muerte.
Durante estos últimos días en Colombia, el Huila y la ciudad de Neiva se ha venido hablando de la eutanasia, ya que La Sala Plena de la Corte Constitucional tomó la decisión de ampliar el derecho a morir dignamente a los pacientes no terminales a lo que se refiere que el paciente debe dar su consentimiento y un médico certificar que padece un sufrimiento grave o incurable.
Cabe aclarar que con seis votos a favor y tres en contra, el pasado jueves 22 de julio del presente año la Sala Plena de la Corte Constitucional, tomó la decisión de ampliar el derecho a morir dignamente a aquellos pacientes que padezcan intenso sufrimiento por lesión corporal o enfermedad grave e incurable mencionar que hasta ahora solo se aplicaba desde 1997 a pacientes terminales.
Sin duda alguna dicha decisión tomada por la Corte Constitucional ha levantado un sin número de opiniones tanto positivas como negativas en todo el territorio.
“La palabra eutanasia incluso es bonita por qué significa “Eu” “thanatos”, son dos raíces griegas qué indica buena muerte, y todos deseamos tener una muerte buena, ¿y qué debemos hacer? combatir la enfermedad, la ciencia en el sentido ético debe combatir la enfermedad y no matar al enfermo, entonces morir con dignidad claro es el deseo de todos por ende el ser humano debe morir con dignidad en términos de salud y acogimiento de atención en todo el sector médico, eso está bien, pero quitar la vida no, la vida es un don de Dios y es el autor. La muerte hay que tomarla como un hecho natural eso hace parte de la vida, pero la muerte dentro de un proceso natural y no precipitar la muerte ayudar para que el enfermo sea asistido y acompañado y que la ciencia busque todos los medios e investigue para combatir todo lo que afecte la vida humana”, enfatizó Monseñor,Froilán Casas Ortiz, Obispo de Neiva.
De igual forma, expresó que había que respetar el transcurso de la muerte “También dejar la persona de una manera artificial en su vida, me parece, que es también quitarle a la naturaleza humana el proceso de muerte, entonces hay que respetar el proceso de muerte”, sostuvo.
Asimismo, precisó que no juzgada, ya que, cada situación era muy diferente a otra y precisó que como Obispo de la iglesia católica debía defender la vida.
“No puedo juzgar cada caso, cada situación es muy compleja y uno en cuestiones morales no puede ser matemático 2 más 2 son cuatro, pero si como principio marco la vida que es un don de Dios y él es el único dueño de la vida… Como Obispo que soy de la iglesia católica, hay que defender la vida desde el momento mismo de concepción y defenderla hasta la muerte, pero también la muerte hace parte del proceso de vida en ese sentido pues como tal la eutanasia tiene una palabra etimológicamente muy significativa no quiere decir que precipitemos la muerte para lograr la vida” dijo.
Finalmente expreso que a las personas que padecían alguna enfermedad grave había que ayudarlas y acompañarlas, sostuvo que era doloroso e impactante y que la oración era primordial.
“A las personas hay que ayudarlas, darle cariño acompañarlas y esperar a que los medicamentos logren su efecto, pero yo aconsejar que adelantemos la muerte, no, yo en muchos momentos de mi vida de pastor he tomado la mano de los enfermos y hemos orado juntos pidiendo la muerte, lo que quiero decir es que hay que tomar la muerte como un hecho natural, claro que es doloroso ver a una persona sufriendo a uno le impacta y la decisión que tome una persona de realizarse la eutanasia yo no podría calificarla, no entra en casuística como principio debemos que la persona muera dignamente pero nunca precipitarla”, enfatizo Monseñor.