DIARIO DEL HUILA, ENFOQUE
Por: Daniela Gutiérrez
Gracias al empoderamiento, dedicación, y tenacidad, mujeres cabeza de familia dejaron atrás sus historias marcadas por los efectos del machismo, y emprendieron su proyecto de la mano para producir café de calidad, y sacar adelante sus familias. Son 40 mujeres las que hacen parte de la Asociación Amurcafé.
Las canas en su cabeza son muestra de los años de lucha y tesón por construir un mejor presente y futuro para su familia, la palabra rendirse no es permitida en el lenguaje de la señora, María Nelfi Caldón, presidenta de la Asociación Amurcafé, que hoy agremia a 40 mujeres, las cuales desarrollan su actividad en el Centro Poblado de San Vicente, en el Municipio de La Plata.
Este sueño que surgió con 13 mujeres, como respuesta a las dificultades que debieron afrontar por cuenta del machismo que las dejaba relegadas a los quehaceres del hogar, sin ningún tipo de retribución económica y casi aisladas por completo del mundo que las rodeaba, hoy ha dado sus frutos pues no solo han crecido como asociación, sino que sueñan con catapultar su emprendimiento.
“La mujer sufre mucho subyugada en la casa, porque algunos creen que ella es únicamente para cocinar, para lavar, y para hacer los oficios del hogar, que no sabemos otras cosas y lo triste es que muchas mujeres nos hemos creído esa historia y mantenemos allí encerradas en la casa y no salimos a hacer nada más. Entonces yo pude ver que había mucha necesidad en ese sentido, y a través de mi propia experiencia y sufrimiento, entonces pensé en buscar un grupo de mujeres para asociarnos y demostrar que hay otras oportunidades para nosotras donde podemos hacer cosas grandes”, sostuvo la señora, María Nelfi Caldón.
La asociación
Estas mujeres cultivan 40 hectáreas de sueños, de anhelos y sobre todo de buen café. Para obtener recursos formaron un fondo rotatorio para el sostenimiento de sus cultivos, que en periodo de cosecha pueden llegar a producir cerca de 50.000 kilos de café pergamino, que les ayuda a reintegran el capital que utilizaron para la compra de insumos y labores agrícolas, y de esta manera siempre tener recursos disponibles para fortalecer su unidad productiva.
“Por el momento somos 40 mujeres asociadas, empezamos cada una con media hectárea, pero muchas han aumentado el área de siembra, y pese a que solo llevamos algunos años como organización legalmente constituida, tenemos muchas ganas de crecer”, asegura la presidenta de la asociación Amurcafé.
Pensando en hacer crecer su negocio y hacer sostenible su unidad productiva, por medio de una planta de bioinsumos para aprovechar los residuos de la cosecha de café, así como una central de beneficio y máquinas para el maquilado del grano, que les permita colocar su producto en mercados especializados de cualquier lugar del mundo.
“Mi sueño es transformar los residuos y producir nuestros propios abonos orgánicos, pero para ello necesitamos una planta de biofertilizantes, asimismo, la central de beneficio, el sistema de secado, la tostadora, y todos los equipos que se requieren para hacer la transformación completa del producto, pues esto nos permitiría salir adelante y mejorar nuestra calidad de vida”, comentó emocionada la señora Nelfi.
Dentro de las características que doña María Nelfi resalta del café que cultivan es que la suavidad, pero sobre todo “el sabor del amor, la perseverancia, y la superación que hace que este proyecto se vaya fortaleciendo cada vez más”, contó.
Ayudas
El Fondo Concursal de Fomento para la Mujer Rural avanzan en proyectos como estos para definir los indicadores de cumplimiento, medir la capacidad y organización de las asociaciones, principalmente en temas administrativos, gracias al acompañamiento del equipo técnico de la Secretaría de Agricultura y Minería de la Gobernación del Huila, esta asociación de mujeres rurales logró cumplir a plenitud con todas la obligaciones fijadas, lo que las hizo merecedoras de la condonación del capital desembolsado en forma de crédito.
Este logro llena de orgullo a la señora María Nelfi, pues muchas de las socias solo adelantaron algunos años de primaria, lo que no les impidió asumir sus responsabilidades y afrontar este desafío para ver carecer su emprendimiento.
Por último, hizo una invitación a las nuevas generaciones a no abandonar el campo, y seguir trabajando en armonía con el medio ambiente, pues a su juicio aquí está el futuro. “Mi mensaje para los jóvenes es que la vida está en el campo, que cuiden de la tierra, los árboles y el agua, y se sientan afortunados de vivir en este lugar. Que tomen las herramientas de nuestros padres quienes nos han enseñado a trabajar, y seguir adelante porque el futuro está en el campo”, concluyó.
