En un tributo a las obras inconclusas de infraestructura educativa se ha convertido la sede del la Institución Educativa INEM con sede en el barrio Cándido Leguizamo de la ciudad de Neiva. Un detrimento patrimonial de cerca de $4.000 millones de pesos. Hoy sólo existen algunas columnas y el sitio se ha convertido en un lugar de expendio y consumo de alucinógenos representando un peligro para la comunidad cercana. Hoy por hoy nadie responde por esta obra que se suspendió hace dos años.
DIARIO DEL HUILA, ENFOQUE
Por: Daniela Gutiérrez
En total abandono se encuentra la obra de la sede de la Institución Educativa INEM en el barrio Cándido Leguizamo de la ciudad de Neiva, luego de que los contratistas encargados de su construcción por parte del Ministerio de Educación; en el periodo de Gina Parody, subcontrataran con la Constructora Agrocivil del Sur LTDA “Soluciones Integradas” que gerenciaba Robinson Charry Tavera, y que se declarara ésta luego en quiebra, dejándola en el olvido.
Una estructura de hierro expuesta al sol y al agua; eso es lo que queda de la Institución Educativa la cual fue demolida para supuestamente construir un moderno centro educativo que beneficiara a niños, niñas y adolescentes de la comuna 1 y 2 principalmente, la cual llego a tener cerca de 300 estudiantes.
William Espinosa fue una de las personas contratadas por Agrocivil para la construcción de la sede educativa y narró que un día cualquiera el trabajo se acabó por que la Constructora se declaró en quiebra, hizo terminación del contrato hacia el año 2020 y dejó “en la calle” a cerca de 60 trabajadores sin ningún tipo de pago.
Declaró además que los trabajos eran en horarios extendidos que iban hasta las 9:00 de la noche en algunas ocasiones, y que no les fue retribuido ningún pago de ley. El 22 de mayo de 2020 se acabó la obra y desde entonces no hay rastro de la persona encargada de terminarla.
El 10 de junio del año 2019 el curador urbano de Neiva Mauricio Vargas, mediante la Resolución 41001-01-19-0253 tenía el fin de ejecutar el contrato 422044-2 que pretendía construir una Institución de 2 pisos con 13 aulas y con un valor cercano a los $4.000 millones de pesos, que beneficiaría a 480 estudiantes.
Luis Alfredo Cerquera era el rector de INEM “Julián Motta Salas”, dijo que al parecer, la obra se había visto afectada por las repercusiones que tuvo el Paro Nacional y que posterior a esto, se venció el permiso de la Curaduría Urbana y este no fue renovado. Aseguró también que al ser una obra del orden Nacional, él como rector no tiene ninguna injerencia en lo que pase con la obra pues se hace a través del Fondo de Infraestructura Educativa con la veeduría de la Secretaría de Educación Municipal.
¿Y la población educativa?
Según reveló el rector de la Institución los más de 300 estudiantes que tenía para el momento de su intervención, tuvieron que ser trasladados a la sede principal del “Julián Motta Salas” para que pudieran recibir sus clases, “gracias a toda la gestión de los padres de familia quienes debemos reconocer que ayudaron a adecuar los salones y todo lo necesario para tal fin”, sustentó Cerquera.
“Ellos al ser menores de edad necesitan y merecen un centro especializado y garantizado para su adecuada educación”, insistió el rector.
Elefante blanco
Al parecer, el responsable de la obra es una fiduciaria de la ciudad de Bogotá que tiene a su cargo otra obra educativa en el corregimiento de El Caguán por cerca de $5.000 millones de pesos, los cuales están “medio embolatados”, confirmó el Personero de Neiva, Kleiver Oviedo quien además alertó sobre la instauración de una acción de tutela por el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes de la ciudad.
Adicional a esto, se requirió una mesa de trabajo entre la Personería de Neiva, la Secretaría de Educación y otros entes de control para establecer acciones concretas y que los recursos aparezcan para poder terminar las obras.
“Tras de que la asignación de recursos son bien pocos, las necesidades son grandes hay una vulneración de derechos fragante”, denunció el Personero de la Ciudad.
Unos “malpatriotas, malos ciudadanos y una decidía”, ha catalogado el concejal Alejandro Serna esta situación que afecta principalmente a los niños.
