Por: Daniela Gutiérrez
Jhon Sebastián, oriundo de la capital arrocera del Huila, vive una historia que tal como él la cataloga es el resurgir en medio de las drogas, la delincuencia y el olvido estatal. “Hay que emprender para vivir y hacerle el quite a los caminos de la muerte”, dice.
Jhon Sebastián Oliveros Álvarez, tiene 24 años de edad; vive en el municipio de Campoalegre, en el barrio Alfonso López. Es hijo de Orlando Oliveros y Stella Álvarez y es el mayor de 3 hermanos. La comunidad de su barrio vive en condiciones vulnerables de pobreza y como es sabido en el país, esta situación socio económica trae consigo el consumo de drogas, los robos, la delincuencia, males donde casi siempre los protagonistas son los jóvenes.
“La juventud se está perdiendo. Esto es una radiografía de gran parte del país. El miedo y la violencia, es el pan de cada día, atraídos por la pobreza y la falta de oportunidades. Pero en mi caso, no me rendí y he logrado hacerle el quite a esos caminos del mal, donde termina uno o en un cementerio, o en la cárcel”, señala Oliveros Álvarez.
Creció en medio de los asesinatos, el microtráfico, las bandas delincuenciales, el embarazo adolescente, violencia intrafamiliar, sicariato, el ajuste de cuentas, enfrentamiento de pandillas y violaciones, que dan cuenta del infierno que se vive en ese populoso barrio de Campoalegre.
“Este es un barrio vulnerable; aunque hay otros también en las mismas condiciones o incluso peor, como Acrópolis, San Isidro Bajo, Doce de Octubre, donde pasan cosas muy fuertes en Campoalegre. Allí hay muchos jóvenes que necesitan atención, porque se están perdiendo en el infierno de las drogas y los otros males que de allí se generan”, apuntó Sebastián.
Recuerdos tristes, amigos perdidos
Mientras muchos de sus amigos tomaron lo que él llama “los rumbos de la autodestrucción”, sus decisiones finalmente a pesar de las invitaciones oscuras lograron albergarle una segunda oportunidad en su vida.
“Aún recuerdo a mi amigo Milton, con el cual yo crecí, y que desde pequeño vendía cocadas en el pueblo para ayudarle a la mamá, y de tanto estar en la calle, conoció las malas amistades, le ofrecieron drogas, las rechazó inicialmente pero luego decidió probar, y hoy está perdido en el consumo de sustancias ilícitas. Es un año menor que yo. Se ha tratado de rehabilitar, y esto causa dolor porque son conocidos y amigos de uno. Los jóvenes hoy necesitan más atención de parte de la sociedad”, afirmó Jhon Sebastián.
Jhon nació en la Capital del país, pero fue criado casi toda su vida en medio de tantos males sociales en su barrio, Alfonso López del municipio de Campoalegre, se hizo inmune a tantas invitaciones que le ofrecían jóvenes y compañeros de crianza; hoy, Jhon Sebastián es emprendedor del oficio de la barbería, le sirve a Dios desde la iglesia Filadelfia, ubicada en el centro del municipio, trabaja con niños y jóvenes, y es técnico en música.
“Crecí en medio de personas que ahora son jíbaros, consumidores de drogas, involucrados en varios delitos, pero gracias a Dios no me contaminé de esa vida. Me enteré de un programa de la Gobernación del Huila, Planes para la Vida, y decidí ser parte de un proceso de formación que tiene ese programa de la Oficina de Asuntos Sociales del Gobierno Departamental. Allí consolidé el oficio que siempre me ha gustado, el de la barbería y vi como a otros jóvenes les sirvió el del oficio de arreglo y reparación de bicicletas”, continuó Oliveros Álvarez.
Un nuevo plan de vida
Este joven logró certificarse en Barbería en la Universidad Cooperativa, logró montar su propio negocio y ayudar a sus padres. “Todo en la vida es lo que uno decida hacer, es tomar buenas decisiones”, explica. Por medio de esta actividad ha logrado ser ejemplo para otras personas que viven en su mismo entorno. “Este tipo de proyectos son muy oportunos porque muchos jóvenes pueden emprender y dejar las actividades ilegales, o a quienes están pensando en sumergirse en ese mundo, poder ser encaminados por un rumbo diferente y siendo impulsados por las gestiones sociales desde el propio gobierno”, añadió.
También señaló que todos los días tiene clientes en su barbería y que pueden alcanzar desde un sueldo mínimo o hasta más. El negocio lo tiene en la casa de sus padres y allí atiende incluso a jóvenes que metidos en problemas con la justicia, le pagan con gratitud y admiración su trabajo, a lo que él devuelve con oración y consejos para la vida. “A veces me llegan habitantes de la calle, y les digo que les hago un corte gratis siempre y cuando se bañen y entren a mi negocio limpios, y eso hacen, y yo les cumplo”, comenta alegre.
Estrategias
Luego de un análisis del comportamiento delictivo comparado con el año 2021, el Departamento de Policía Huila diseñó una estrategia denominada “Caravanas por la vida”, con el fin de articular esfuerzos con las autoridades administrativas y el Ejército Nacional, en aras de llegar a esas zonas que presentaron un incremento en los delitos de alto impacto como el homicidio, lesiones personales, hurto y extorsión. Además, se analizaron los comportamientos que conllevan a estas conductas, de acuerdo con la aplicación del Código de Convivencia y Seguridad Ciudadana entre otros.
En el Municipio de Campoalegre, el Comandante de Policía Huila, Coronel Gustavo Adolfo Camargo ha priorizado la intervención social del Municipio de Campoalegre para atender casos de tráfico de estupefacientes donde se ha logrado dar con la captura de importantes bandas delincuenciales.
Generada la estrategia, se priorizaron 14 municipios y 18 zonas rurales entre centros poblados y veredas, en los cuales se despliega toda la oferta institucional con cada una de las especialidades como: grupo de Prevención y Educación Ciudadana, Infancia y Adolescencia, Carabineros, Policía Ambiental, Grupo Antisecuestro y Extorsión (GAULA), Tránsito y Transporte, Inteligencia Policial y Seccional de Investigación Criminal.
Hasta el momento se han intervenido 9 veredas, donde se han adelantado 16 audiencias de conciliación, 9 encuentros comunitarios, 368 jornadas lúdicas, 1.417 campañas educativas, 7 gestiones interinstitucionales, atención a grupos vulnerables y se ha extendido la invitación para que la comunidad haga parte de la Red de Apoyo Rural.
Estas actividades han dejado resultados importantes reflejados en la estadística, donde se puede apreciar una disminución del 21% en el homicidio (-13 casos), un -53% en la extorsión (-21 casos), 21% en el hurto a residencia (-31 casos) y 56% en el abigeato (-15 casos).